La catedral de Nuestra Señora de Tournai es una catedral católica en la ciudad de Tournai y uno de los monumentos arquitectónicos más sobresalientes de Bélgica. Esta construcción, ubicada en el litoral sur del río Escalda, está hecha de piedra gris-azulada procedente de la propia región. Su edificación comenzó en el siglo XII sobre un fundamento más antiguo. El edificio combina tres corrientes arquitectónicas distintas que se sucedieron a través de la historia: la nave corresponde al periodo románico, de líneas severas y pesadas, el coro pertenece al estilo gótico; y el transepto, a su vez, es de un estilo transitorio entre ambos. Esta convergencia de corrientes y estilos dan al edificio una apariencia única y deslumbrante.
En reconocimiento al valor cultural de la Catedral de Tournai, la Unesco la declaró Patrimonio de la Humanidad en el año 2000.[1]