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Foligno / Italia

Foligno es un antiguo pueblo italiano en la Provincia de Perugia en la zona central-oriental de Umbria, sobre el río Topino en la zona en que emerge de los Apeninos y penetra en la amplia planicie de la cuenca del río Clitumnus. Se encuentra a 40 km al sur este de Perugia, 10 km al noroeste de Trevi y 6 km al sur de Spello. Foligno posee una estación sobre la línea de ferrocarril principal que une Roma con Ancona, y es la bifurcación hacia Perugia; lo que lo convierte en un centro ferroviario importante, alojando playas de maniobra y talleres de reparación para los trenes que circulan por la zona central de Italia. Por esta razón fue sumamente bombardeado por los Aliados durante la Segunda Guerra Mundial, lo que ha determinado su aspecto moderno, si bien se conservan unos pocos monumentos medievales. Con excepción del trazado regular de sus calles, no han perdurado hasta nuestros días otros elementos de la época del imperio romano. Otras actividades que se desarrollan en la zona incluyen refinerías de azúcar, talleres metalúrgicos, talleres textiles, fabricación de materiales de construcción e industrias del papel y de la madera. Luego de la guerra, la posición de la ciudad en la planicie y su importancia como centro ferroviario han incentivado su crecimiento y expansión con los problemas de tráfico y polución asociados, así como la reducción de los pantanos y zonas bajas de Umbria.

Tercera Orden de San Francisco

Foligno / Italia

Tercera Orden de San Francisco o Venerable Orden Tercera es el antiguo nombre de lo que hoy es la Orden Franciscana Seglar. Está conformada por laicos consagrados con una Regla, por lo que poseen una forma de vida particular. Fundada por san Francisco de Asís. El nombre de tercera se refiere al orden cronológico de fundación . La Tercera Orden, llamada en sus orígenes Orden de los hermanos de la Penitencia nació del empeño de Francisco de Asís por abrir nuevas rutas para los hombres y las mujeres que querían “hacer penitencia” movidos por su predicación y ejemplo de vida. Ciertamente, no se puede decir que Francisco haya instituido o fundado la Orden de los Penitentes, puesto que ésta estaba presente en la Iglesia desde sus inicios; pero sí se afanó en dar indicaciones a quienes, tocados por su mensaje, querían “hacer penitencia”. Fueron surgiendo así grupos de hermanos de la penitencia que se inspiraban en su experiencia de vida evangélica. Francisco continuó estando cercano a ellos y en cierto modo se sintió responsable de confirmar su elección y de asociarlos en su vocación de restaurar la Iglesia. Ya en 1221 el Memoriale Propositi formula reglas precisas para la vida y la organización de grupos de penitentes, surgidos en su mayoría en el ámbito franciscano. De este modo, Francisco constituyó las tres Órdenes, institucionalmente autónomas e independientes, por lo que su existencia autónoma no está condicionada a la subsistencia de las tres juntas. Su vitalidad espiritual, sin embargo, necesita del mutuo apoyo “en comunión vital recíproca”. Pablo VI aprobó la última Reforma de la Regla con el Breve Apostólico Seraphicus Patriarcha de 1978, en el cual la llama Orden Franciscana Seglar.