La Colegiata Basílica de Santa María de la Aurora[2] o, como se la denomina popularmente, La Seu, es el edificio más emblemático del gótico manresano. Corona el monte Cardener, cuna histórica de la ciudad, desde donde se contempla un magnífico panorama sobre el río, ocupando el espacio de construcciones religiosas y civiles más antiguas.
Su primer nombre hace referencia al capítulo de canonjías que recoge, mientras que la denominación de basílica corresponde al título otorgado en 1886 por el papa León XIII. En 1931 fue declarada monumento histórico.