El convento de San Juan de los Reyes es un cenobio de la ciudad española de Toledo perteneciente a la Orden Franciscana, que fue construido bajo el patrocinio de la reina Isabel I de Castilla con la intención de convertirlo en mausoleo real, en conmemoración de la batalla de Toro y del nacimiento del príncipe Juan. Se trata de una de las más valiosas muestras del estilo gótico isabelino y el edificio más importante erigido por los Reyes Católicos. El convento es, además, un monumento conmemorativo de los logros de los Reyes Católicos y de su programa político.[1]